sábado, 12 de septiembre de 2009

Salir al mundo

Seguramente el jueves sea nuestro primer día de guardería no oficial. El resto vendrán en octubre, pero tengo que ir a trabajar un par de horas extras y no podré tenerla conmigo. Así que viendolo todo tan real he empezado mi particular sufrimiento.

Todo esto tiene una explicación que viene de hace días. Mi primer contacto real con su guardería fue el día que fui a pagar la matrícula. Una mami fue a buscar a sus niños, como de 2 años, y le dice toda convencida a la cuidadora: ayer estuvimos en el psicologo y me dijo que si pepito sigue mordierdo le pellizques el brazo. Y la cuidadora, con toda la paciencia del mundo, le contesta a la buena madre: no te preocupes, si vemos que lo sigue haciendo le pondremos a pensar.

Me dieron ganas de salir corriendo de un lugar donde las madres permiten la violencia hacia sus hijos y donde se ve bien marginar a los bebes como castigo. Que pongan a "pensar" a Frida, no van a conseguir ni sentarla, y ella tan tranquila se irá de su rinconcito para seguir con lo que estaba haciendo, sin saber a qué la interrupción. Y cuando pasen esas cosas típicas de niños, mordiscos, peleas, castigos, todo lo que yo llevo evitando durante ese tiempo no estaré allí para defenderla o reconfortarla. Es demasiado pequeña para separarla de mi y más aún para que haga frente solita a ese mundo del que hemos intentado protegerla.

Hablando de esto en un foro sobre maternidad, mamis experimentadas con las que comparto la crianza respetuosa hacia nuestros hijos, comentaban que lo que hacemos ahora es una base que les ayudará a enfrentarse a los problemas de forma más empática y respetuosa con los demás. Que todo el cariño, el amor, y la confianza que intento trasmitirle a mi hija se reflejarán en su forma de afrontar los problemas. Espero que así sea, que mi hija salga al mundo y sea capaz de poco a poco ir sorteando las pequeñas pruebas. A ver como nos va.

Mientras tanto esta noche la que se independiza soy yo. Por primera vez desde que me quedé embarazada saldré una noche. Me tomaré una copita con una amiga que hace tiempo que no veo. Qué emoción! A ver como se entienden papa y niña solitos en casa! Seguro que ni se acuerdan de mi (mientras yo pensaré en ellos con mi J&B de la mano...)

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